jueves, 29 de marzo de 2012

Me sigues excitando a muerte, lee y verás.

Igual hoy no es buen día para escribir un post aquí. Hoy me he levantado mucho más caliente que de costumbre, y eso que he dormido poco. Hoy lamento profundamente no poder tenerte para mi, desnuda, para hacerte todo lo que quiera, para disfrutar de tu cuerpo a saco, para acariciar tu espalda, tu cuello, tus piernas, sólo por el placer de hacerlo. Para pedirte que te gires, que cierres los ojos y disfrutes de mis caricias en tu vientre, en las tetas..., hasta que no pueda más y meta mi cabeza entre tus piernas, para hacerte morir de gusto.

Ahora mismo estoy sufriendo una erección, no voy a mentir. Me estoy imaginando follando contigo, y sólo por eso tengo esta erección. Imaginar que me comes la boca, que desciendes por mi cuello hasta morderme los pezones a traición, mientras tus manos acarician mi polla y mis huevos... Lo siento, pero estoy erecto.

Y claro, así me da por imaginar un montón de cosas. Lo mismo imagino que pongo mi verga entre tus tetas y que las aprietas para que lo pueda hacer mejor. O que hacemos un 69 fabuloso, en que mientras me comes la polla y los huevos, yo hago lo propio con tu coño y tu culo. O simplemente que puedo follarte desde atrás, como la otra noche en tu casa, con las almohadas levantándote sólo un poco, y azotándote las nalgas mientras lo hago. Y más cosas.

A ratos quiero atarte detrás, y hacer que me cabalgues de esa manera en que no puedas sujetarte siquiera y tenga que hacerlo yo. A ratos te tengo esposada a la cama, de manos y pies, bien abierta, para follarte a placer mientras ahogo tus gemidos con mi boca. A ratos sólo dejo que tú me hagas, que me disfrutes, como te imagines, como tú quieras, para demostrarme que me deseas de esta manera también.

En otros ratos te lo hago como en Pueblo Secreto, de pie, de esa manera que tiene que ser deliciosa, pero que igual vamos a tener que hacer un equilibrio extraño. Y en otros ratos, sin embargo, tengo que confesarte, que te imagino de algunas maneras en las que has declarado tu intención en contra. No quiero ser explícito con ellas, pero te imagino follando con más hombres a tu alrededor, o dejando que otras chicas intervengan en nuestro juego, o compartiendo nuestro juego con otra pareja. Y en todas ellas te imagino excitada como nunca, y disfrutándolas como nunca.

Luego mi mente, que no para de trabajar, me convence de esa imposibilidad que has declarado, mata mi esperanza en ese sentido, y dedica el tiempo en volver a pensar en ti y sólo en ti, en cómo hacértelo la siguiente vez para darte más placer si es posible. Para hacerte gritar de gusto, para que yo mismo sienta el máximo placer. Y entonces llega ese deseo que tengo desde hace tiempo.

El día en que celebremos que podemos hacerlo hasta el final. En el que tú te estés corriendo conmigo, inmediatamente después, en el que puedas sentirte llena de mi leche, y yo pueda dejarme vaciar por ti, exprimir por ti, en tu interior, regalándonos ese momento.

Sí, sigo muy excitado, y ojalá hoy pudiéramos hacerlo. Aunque sé que hoy, de todas todas, es poco menos que imposible.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Frustración

Acabo de cepillarme todo el discurso que tenía preparado, y sin grabar ni nada. Pero en fin, me pasaba de cursi, de depre, de tontín, y de muchas otras cosas. Total, para decir lo que quiero decir realmente, no hace falta todo eso.

Cariño, te quiero como no he querido a nadie. Las cosas son así, y no puedo ni quiero evitarlo. Soy feliz contigo, y sé que me vas a hacer tan feliz en el futuro como nadie podría hacerme. Pero también te deseo, como nunca, cada día más. No sé porqué es así, cuando normalmente suele ser al revés, después de casi dos años de relación, pero es así y punto. No me importa por qué. Te deseo con las mismas ganas que la primera vez que volví a pensar en ti como mujer, ya me entiendes. Y qué mujer..., ufff.

Me muero por tenerte en mis brazos, por estar en el sofá contigo viendo la tele, simplemente juntos, aunque me quede frito por ese mecanismo pseudomágico del roce de la tela del sofá con la tela de mi jersey. Pero es a tu lado.

Me matan las ganas de vivir contigo, de que mi vida gire ni alrededor de mi ni de ti, sino de nosotros. De tener noches tranquilas de apagar la tele irnos a dormir, y de noches de locura, donde los orgasmos se vayan sucediendo de hora en hora. De follarte como a la más perra de las perras, y de hacerte el amor de la forma más tierna que se me pueda ocurrir. De compartir contigo desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena (y alguna más que ya le gustaría a más de un hobbit).

Y hoy, después de leer tu WhatsApp, de repente tanto he querido estar abrazado a ti, mientras nos fumamos ese piti en el garaje, o mientras vemos la tele esperando a que X se duerma, como secuestrarte y llevarte al coche, sin mirar el reloj, hasta que los dos nos demos por satisfechos o nos venza el cansancio.

Te necesito, y me frustra no tenerte. Cada día que no estoy contigo es frustración. El no habernos visto ayer, me tiene roto. Hubiera cogido el coche para estar un rato contigo. Pero mira, es lo que tiene, qué le vamos a hacer.

Hoy quiero estar contigo. Llevarte al coche y hacerte el amor como nunca. Hoy no quiero follarte de cualquier manera. Hoy necesito sentir de otra manera. Y a pesar de desearlo tanto ni siquiera sé si lo tendré, y me frustra.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Confieso que también recuerdo

Anoche, al meterme en la cama, estuve recordando algunos momentos contigo. No de los tiernos, o de cualquier otro, que también hay muchos. No, anoche estaba especialmente caliente, y eso me traía a la memoria los recuerdos de cama, por llamarlos de alguna forma, contigo.

Recordé, por ejemplo, aquella noche, en el parking de Son Hugo, cuando salimos desnudos del coche porque querías que te follara en el capó. Recuerdo el dolor de tanta dureza en mi polla, cómo te la estuve clavando hasta que los del coche de enfrente nos apuntaron con sus faros, y nos metimos dentro del coche a terminar la faena.

Recuerdo también aquella vez, al lado de tu casa, que nos pillaron tus vecinos en plena acción, y tuve que conducir desnudo, y sin mover el asiento, para darnos prisa en encontrar nuestro sitio actual y habitual.

O aquellas veces en aquella casa que no era la nuestra, o aquella vez en que mis padres se fueron de fin de semana y aprovechamos para dormir juntos en mi cama.

Apoteósica fue la tarde en aquel hotel, en que nos la pasamos jugando, y follando, y volviendo a jugar, y volviendo a follar.

Y aquella noche, la de los tres polvos, uno antes de ir al cine, otro después, y otro un poco más tarde, de una dulzura que no siempre nos damos.

Y todo esto me ha recordado algo que nunca cumplimos. Siempre que te escribo algo acabas diciéndome que eso te lo tengo que hacer, pero la cuestión es que nunca te lo hago. Esta vez me he propuesto hacértelo, tal y como te lo he contado. No me refiero sólo al último, sino a tantos de los que hemos publicado en este blog.

No sé si será esta noche, mañana, el fin de semana... No lo sé, pero voy a hacértelo, de esa forma. ¿Que por qué he tomado esa decisión? Pues porque cariño, no dejo de pensar en ti, no dejo de desearte, a pesar de ir a cumplir dos años en unos pocos meses, y seguir deseándote cada día más.

Llevo desde el sábado con ganas de volver a tenerte, y no hay paja que lo cure. Necesito de ti, necesito tu cuerpo, tus caricias, tu sonrisa. Necesito que seas mi princesa, mi reina y mi puta. Quiero disfrutarte, y que me disfrutes como nunca lo hayas hecho, ni puedas volver a hacerlo, ni quieras volver a hacerlo con nadie más.

Quiero entregarme a ti, y recibirte con la misma entrega. Enterrarme en ti, y que en cada centímetro de piel que sientas penetrándote, no puedas evitar gemir, sabiendo que te oigo, y que consigue ponerme aún más. Quiero que me sientas en cada rincón de tu cuerpo. Quiero que te atrevas a hacer conmigo todas esas fantasías, incluso las más secretas, sin miedo.

Hubiera escrito más porno, pero hoy necesitaba esto.

martes, 13 de marzo de 2012

Sé lo que quieres

Te tengo desnuda en el asiento de atrás. Llevas al cuello tu collar y tus manos están bien atadas detrás. Tus ojos están tapados por el antifaz. No saber qué te voy a hacer te asusta un poco, pero al mismo tiempo eso hace que te excites más aún. Lo sé y también sabes que lo sé.

-Abre las piernas -te pido al oído, rozando tu muslo con mi polla bien dura.

Las abres un poco, como puedes. Has sentido lo caliente que está, lo dura. Deseas tenerla dentro. Mi mano izquierda empieza a jugar con tus tetas, pellizcándote los pezones; beso tu cuello mientras me pego a ti, y notas mi durezca presionando entre tus nalgas, los dedos de mi mano derecha, dos de ellos, se introducen en tu coño para comprobar lo mojada que estás. Gimes de gusto, y te pegas contra mi.

Empiezo a jugar con tu clítoris, y empiezas a retorcerte, entonces coloco mi verga justo en la entrada de tu culo, apoyada contra tu ano, y te tensas. No te lo he comido aún, no lo he mojado con mi lengua y mi saliva, no le he puesto lubricante, no he hecho nada.

-Por favor, no... -me pides.
-Calla.

Juego con mi polla en esa zona, la acaricio, tú no te relajas, pero sigo jugando por allí, con la izquierda, porque con la derecha sigo intentando darte gusto en tu raja. Pero sigues tensa.

-Intenta subir un poco más las nalgas.
-Por ahí no, ya sabes que me duele.
-Déjame hacer, te va a gustar, ya verás. Confía en mi.

Arqueas la espalda un poco al levantar algo más tu culo, y entonces mi polla baja acariciando tu culo, hasta llegar a tu coño. La pongo en la entrada, y empujo con fuerza, hasta el fondo, hasta que mis huevos tocan tu piel. Me quedo quieto ahí, apretándome contra ti, acariciando tu clítoris y pellizcándolo. Oyéndote gemir, parece que estés llorando, pero estás gimiendo de puro gusto. Sé cuánto te gusta que me apriete contra ti con la verga dentro.

Empiezo entonces un metesaca. Jadeas. Cojo tus manos por las muñecas, y las aprieto contra tu espalda.

-Suéltame, quiero acariciarte los huevos mientras me follas.
-Ni lo sueñes.

Me acerco a besarte. Abres tu boca y tu lengua busca la mía. Bailan, nos ponemos más cerdos aún con ese beso. Nos lamemos boca labios, todo. Y entonces te abandono, muy despacio, con un chapoteo por lo mojada que estás. Me cuesta mucho hacer esto, porque de lo que de verdad tengo ganas es de llenar tu coño de leche, pero aún nos queda rato que disfrutar.

Bajo con mi boca por tu nuca, y voy lamiendo tu espalda, despacio, como queriendo hacerte sufrir, dejando la huella de mi lengua, hasta que llego entre tus nalgas. Sé que te pone muy cerda que te coma el culo, y lo vaya alternando con tu coño.

-Ábrete más.

Te empapo con mi lengua, el culo, lo chupo, lo muerdo, bajo hacia tu coño, te regalo una mamada tras otra, y vuelvo a subir. Me coloco justo debajo y empiezo a lamerte la raja entera, a morderte los labios, cuando atrapo tu clítoris con los dientes y lo chupo con la lengua, te pegas a mi, y yo presiono con ella contra ti. Estás gritando prácticamente de gusto, pero tu culo está empapado, y uno de mis dedos ya está dentro.

Te está gustando, lo sé. Te pegas más aún contra mi boca, como si quisieras que te follara con la lengua, y lo intento. Con la otra mano empiezo a follarte el coño, ya tienes dos dedos en el culo, y otros dos en el coño.

-Fóllame, por favor, cabrón, fóllame ya.

Yo me sonrío, vas a tener polla, pero después. Mantengo el ritmo con los dedos, y empiezas a llenarme la boca con ese delicioso flujo tuyo que empiezo a beber, a lamer, me mojas toda la cara con él. Pero no paro en un buen rato, hasta que considero que si no te has corrido, te has quedado bien cerca.

-Ahora sí voy a follarte.

Ni contestas, estás derrotada. Te vuelvo a besar el coño, quiero seguir excitándote, pero me vuelvo a colocar detrás. Empiezo a embadurnarte bien el culo con mi saliva, meto un dedo, luego dos, me estás dejando hacer. Lo hago suave, a conciencia, hasta que considero que ya está bien.

Te ayudo a incorporarte sólo un poco, para que quedes a la altura de mi polla, y empiezo a acariciarte la cara con ella. Lleva tu olor, y en cuanto la sientes en tu boca, te das cuenta de que también lleva tu sabor. Sabe a coño de puta pervertida, y te enciendes otra vez.

Empiezas a chuparme con desesperación casi, los huevos, la polla, los huevos, deslizas tus dedos por mi culo. Me abro y gimo. Ahora me pajeo mientras me la mamas. Estoy tentado de dejarme hacer y regalarte toda mi leche en la boca, pero aún no he terminado contigo.

Te aparto, te vuelvo a colocar como estabas antes, y vuelvo a jugar con tu culo. Entonces coloco mi polla otra vez en tu entrada. Pero estás más relajada.

-No lo hagas -me pides.
-No voy a hacerlo, lo vas a hacer tú.

Empiezas a dar pequeños empujones. Muy muy despacio, sin metértela, sólo tanteando. Yo voy llenándote el culo de saliva todo el tiempo. Y tú vas atreviéndote cada vez a más. Tu culo empieza a estar dilatado, y entonces pruebas un poco más. Te acabas de meter media polla en el culo. Yo sigo quieto, eres tú la que tienes que ir midiendo cuándo seguir. Eres tú la que se va insertando mi polla en el culo, poco a poco. Hasta que la tienes toda dentro, mis huevos están apretados contra ti.

Empiezas a moverte, y sé que es mi momento. Empiezo a follarte el culo, y tu sonrisa me dice que te está gustando, que lo disfrutas como una perra. Así que te follo así, de esa manera.

-Dame tu leche ya..., por favor, déjame tu leche.

No me lo esperaba, y eso hace que no pueda más y me dejo llevar. Estallo en tu culo, te lo lleno de leche en varios bombeos. Es increíble el gusto que me das. Unos cuantos estertores, hasta que ya no queda más, y la saco aún empalmada. Me tumbo sobre ti, te beso y te digo cómo te quiero.

Te desato, te quito la venda. Te limpio, hoy soy yo quien te limpia a ti. Y cuando ya estás lista y relajada...

-Cariño, ¿quieres jugar tú un rato conmigo? Me pienso dejar hacer de todo.

Me sonríes pícara mientras te haces el cigarrillo, como si estuvieras pensando alguna buena maldad.

viernes, 2 de marzo de 2012

De hoy no pasa, o sí.

De hoy no pasa, estoy dispuesto a esperar a que lleguen tus padres para irnos, da igual qué hora sea -siempre que no esté ya amaneciendo-, hoy no importa. Me tienes a mil, y lo sabes, y no aguanto más. Voy a comprarte el plug y lo estrenamos hoy.

Nos vamos a desnudar en el coche, te daré un masaje, de los que te dejan nueva, intercalado con uno en los que toco esos puntos que hacen que te mojes, y que estés empapada para mi cuando llegue el momento. Entonces te vendaré los ojos, y te ataré las manos por delante. En seguida te las colocaré hacia arriba, para que tus tetas hagan lo de siempre, erguirse hacia mi pidiendo guerra.

Me tumbaré encima de ti, con la polla en tu entrada, para que sientas cómo va haciéndose grande, poniéndose dura, y tu calor la haga palpitar. Mientras, te voy a comer la boca. Mi lengua lamerá la tuya, tus labios, tu barbilla. Alzaré esta última para poder besarte el cuello, chuparlo, moderlo.

Bajaré sin separar mi lengua de tu piel, hasta que esta se encuentre con tus pezones, los dos, los morderé, apretaré tus tetas con mis manos para poder alcanzar los dos con la boca al mismo tiempo, meteré mi cara entre tus tetas, y te marcaré con mis dientes justo encima de uno de tus pezones.

A esas alturas ya sabes que me polla estará bien dura y caliente, preparada para follarte, y eso haré, te la meteré poco a poco, para que sientas cada centímetro de rabo dentro de tu coño, hasta tocarte al final, como a ti te gusta. Luego te follaré un poco, rápido y fuerte, para que grites, y me devores la boca cuando la acerque a la tuya.

La sacaré y harás un mohín. Me colocaré de tal manera que empezaré a hacértelo con los dedos, y notarás algo duro paseándose por tus tetas, golpeando tus pezones, subiendo por tu barbilla, y abrirás la boca sabiendo lo que es. Sacarás la lengua y te pondré en ella mi polla, para que puedas mamarla a gusto, mientras gimes sintiendo mis dedos follarte sin parar.

Dejaré que des profundas lamidas a mis huevos, y entonces pararé. En ese momento me estarás pidiendo polla, serás una puta pidiendo guerra, un zorrón con ganas de polla y con el coño ardiendo y desesperado. Entonces pondré mi cara en tu entrada, levantaré tus piernas, y empezarás a gritar y a llorar de gusto, sintiendo cómo mi lengua se pasea por tu raja sin piedad, gimiendo de gusto cada vez que me apriete contra tu clítoris. 

Mis dedos volverán a jugar contigo, a follarte sin piedad, mientras mi lengua estará haciendo un buen trabajo en tu culo. Estarás deseando correrte para entonces, pero no pienso dejar que lo hagas. Te pondré a cuatro patas. Pondré un vibrador en tus manos para que te des gusto mientras te trabajo el culo, puedes hacer con él lo que quieras.

Volveré a lamerte a base de bien hasta que estés bien relajada, y luego empezaré a jugar con el plug nuevo que voy a comprarte esta tarde. Tú seguirás masturbándote mientras voy dilatándote el culo, poco a poco, muy despacio, y siempre pendiente de ti. Lo pondré de tal manera, y con tanto lubricante en tu entrada, que serás tu misma la que te lo vayas poniendo poco a poco y autodilatándote para mi más tarde,

Cuando lo tengas ya bien metido, mientras te sigues masturbando a saco, voy a meterte de nuevo la polla en tu coñito y voy a follarte a saco, con mucha fuerza, y el plugin cada vez estará más adentro. Hasta que llegue el momento, entonces te lo quitaré. Te sacaré la polla del coño, la embudarnaré bien de lubricante, y a ti también, y la apoyaré contra la entrada de tu culo. Vas a ser tú misma la que decida cómo va a ir entrando, a qué velocidad, cuánta polla quieres dentro...

Tú misma serás la que te vayas insertando mi rabo poco a poco. Hasta que mis huevos toquen tu coñito. Poco a poco y disfrutando. Mi polla en tu culo, y el vibrador en tu coño, llena por todas partes. 

Sé que estás desando algo así, y que tienes miedo del dolor, como las otras veces, pero como lo harás tú misma, sólo será el dolor que toleres tu misma, hasta que al cabo de un rato entrará hasta el fondo y el placer sustituirá al dolor, y serás tú la que te muevas mientras te sigo follando.

He comprobado que cuando te estoy follando el coño y el culo a la vez, te vuelves más loca todavía, y estoy seguro de que vas a tener un orgasmo como nunca de esta manera. Ya empiezo a conocerte muy bien, y sé que follándote con el dedo en el culo te vuelves loca, y chorreas a base de bien, se abre tu fuente y no paras. Hoy te va a pasar eso en el coche, o la próxima vez que catemos coche.

Yo voy a ir a mi ritmo, sin estorbarte en el tuyo, pero pienso llenarte el culo de leche cuando sienta que puedas estarte corriento. Se que eso te pone más cerda todavía, y te encanta.

Así que vete preparando mi amor.
Related Posts with Thumbnails